En muchos casos, los dientes fracturados o dañados por caries se pueden reparar con un empaste, una corona u otro tratamiento dental. A veces, sin embargo, el daño es demasiado grave para subsanarlo, por lo que se recomienda la extracción.
Estas son algunas otras razones por las que puede ser necesaria una extracción dental:
Antes de extraer una pieza dental, el dentista revisará minuciosamente su historial médico y dental y tomará las radiografías correspondientes para comprobar la longitud, la forma y la posición de dicha pieza y el hueso circundante. Basándose en esa información, el dentista estimará el grado de dificultad del procedimiento y decidirá si debe derivarlo al cirujano maxilofacial.
Antes de una extracción simple, se adormecerá la zona alrededor del diente con anestesia local. No obstante, si la extracción es más compleja —una extracción quirúrgica—, el dentista o cirujano maxilofacial puede administrarle anestesia intravenosa (IV) para lograr desde una sedación consciente hasta un estado de anestesia general. En ese caso, es preferible que alguien le lleve a casa después de la extracción y le acompañe hasta que pase el efecto de la sedación.
Existen dos tipos de extracciones:
Lo más importante después de una extracción dental es mantener la zona limpia y evitar infecciones. Inmediatamente después del procedimiento, el dentista le indicará que muerda suavemente un fragmento de gasa seca y estéril, que deberá mantener presionado entre 30 y 45 minutos para reducir el sangrado, mientras se produce la coagulación. En las 24 horas siguientes, no debe fumar, enjuagarse la boca vigorosamente ni lavarse los dientes cercanos al lugar de la extracción.
Es normal sentir algo de dolor y tener molestias después de una extracción. En algunos casos, el dentista le recomendará o recetará un analgésico. Puede ser de ayuda aplicar una bolsa de hielo sobre la mejilla en períodos de 15 minutos. También debe reducir las actividades extenuantes, así como evitar los líquidos muy calientes y no beber a través de una cañita. En circunstancias normales, las molestias desaparecerán en un plazo de tres días a dos semanas. Sin embargo, si sufre dolor prolongado o agudo, hinchazón, hemorragia o fiebre, llame a su dentista o cirujano maxilofacial de inmediato.
Tanto si ya tiene experiencia previa como si es la primera vez que se enfrenta a una extracción, lo mejor que puede hacer para disfrutar de un proceso sin complicaciones es seguir atentamente las recomendaciones de su dentista antes y después del procedimiento. Una extracción dental deja sitio para algo mejor y contribuye a mantener una sonrisa saludable.
La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.
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